Aunque quienes ganan la lotería usualmente prefieren dejar su identidad en el anonimato, nadie se había disfrazado para recibirlo.
Se trata de un hombre de origen chino, quien prefirió usar un disfraz de color amarillo para ocultarle a su familia que se había sacado el premio mayor.
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La suma del premio asciende a los 30 millones de dólares y personas que se enteraron de su decisión lo criticaron y lo tacharon de egoísta.
Sin embargo, él explicó por qué lo hizo y dejó a todos pensando.
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¿Por qué no quiso revelar su identidad?
“Para mí, comprar lotería es un hobby y a mi familia no le importa. Además, no gasto mucho dinero en ello y la lotería me da un rayo de esperanza”, dijo.
Además, dijo que tenía temor a que su esposa e hijos se volvieran “perezosos” y no trabajaran duro en un futuro por saber que son millonarios.
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