Uno de los lugares emblemáticos que se encuentran en la ciudad de Veracruz es San Juan de Ulúa , antigua prisión que albergó al mítico personaje apodado Chucho “El Roto”.
Conocido por grandes y chicos por generaciones, la vida de éste hombre se encuentra envuelta de mitos y leyendas que en TV Azteca Veracruz te contamos a continuación.
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¿Quién fue “Chucho El Roto”, preso de San Juan de Ulúa?
Jesús Arriaga Zamora, nombre real de Chucho “El Roto”, fue un presunto bandido que estuvo preso en la fortaleza de San Juan de Ulúa durante el siglo XIV.
Éste, originario de Tlaxcala, cuenta con dos historias sobre su vida; una donde es apodado “El Robin Hood Mexicano” y otra donde es catalogado como un gran padre de familia.
¿Cuál es la historia de “Chucho El Roto?
De acuerdo con conocidos de Chucho “El Roto”, éste trabajaba en una carpintería de un hombre acaudalado de origen francés de apellido Frizac en la ciudad de Puebla.
Al paso del tiempo, Jesús se enamoró de la sobrina de su patrón y de éste romance resultó una hija, la cuál intentó robar para evitar que la apartaran de él cuando rompió su relación, hecho que lo hizo pisar la cárcel por primera vez.
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Por otro lado, hay quienes señalan que Chucho “El Roto” fue un soldado que participó en la Intervención Francesa y luego de servir se vio involucrado en el robo de una joyería y fue enviado a San Juan de Ulúa.
Jesús Arriaga ganó popularidad por las de más de 100 de veces que lograba escapar de cárceles como la de Yucatán, Cárcel de Belén y por supuesto la de Veracruz. Esto lo hacía vestido de policía, guardia de seguridad e incluso de personal de la prisión.
¿Por qué le decían “Chucho El Roto” al prisionero de San Juan de Ulúa?
A pesar de las decenas atracos en las que se vio en vuelto, éste solía siempre estar presentable, pues vestía siempre con zapatos boleados y traje; hecho que lo llevó a obtener su apodo, ya que la palabra “roto”, en aquel tiempo, solía referirse a aquellos que se arreglaban.
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De acuerdo con diversos testimonios, Jesús Arriaga Zamora perdió la vida de disentería en 1885, mientras que otros afirman que perdió la vida luego de recibir 300 azotes en San Juan de Ulúa.
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