La temporada de celebraciones importantes en México ya se acerca, siendo una de las fechas más importantes el Día de Muertos, el cual tiene como platillo principal el pan de muerto casero.
Ante esto, hoy te diremos cómo realizar este postre de manera casera y así ahorrarte quizá algunos pesos, además de que puedas comerlo recién salido del horno.
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¿Cuál es el origen del pan de muerto?
Sin embargo, es importante conocer cuál es el origen del pan de muerto casero para saber acerca de sus raíces y de donde se remontan los ingredientes de este delicioso pan.
De acuerdo con National Geographic, este platillo tiene origen en la época prehispánica pese a que la relación entre el pan y la muerte nació en el Antiguo Egipto.
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Aquí se preparaban ofrendas, como el pan de muerto, para aquellos que habían perdido la vida recientemente. Sin embargo, este era hecho con amaranto molido mezclado con sangre para ofrecerlo a los dioses.
¿Cómo preparar pan de muerto casero?
Para preparar este rico postre se necesitaran de diversos ingredientes, debido a que se hará de tamaño familiar y así poder compartir con cada uno de los integrantes de su hogar. ¡Toma nota!
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- 1 kilo de harina
- 12 gramos de sal
- 2 sobres de levadura en polvo
- 6 piezas de huevo
- 180 gramos de azúcar
- 350 mililitros de leche
- 220 gramos de mantequilla
- 2 cucharaditas de agua de azahar
- 100 gramos de mantequilla
- 1 taza de azúcar
¿Cómo preparar el pan de muerto casero?
- En una superficie limpia crea un volcán de harina, después hazle un hueco en medio.
- En el centro pon la sal, levadura, leche y huevo, cuidando que no se desborden.
- Mezcla los ingredientes hacia el centro y pon más harina, azúcar y mezcla. Finalmente pon toda la harina y revuelve hasta formar una masa.
- Vierte el agua de azahar y amasa. Después agrega mantequilla por partes hasta integrarla y repite durante unos minutos hasta haber vertido toda la mantequilla.
- Continúa moviendo la harina hasta que ya no se te pegue en las manos.
- Forma una bola de mesa y ponla sobre un recipiente engrasado. Tápala con un trapo húmedo y déjalo reportar en un lugar cálido por una hora hasta que suba de volumen.
- Saca el aire a la masa y ponlo sobre una mesa limpia y con harina. Dividela de acuerdo con la cantidad de panes que quieras hacer.
- Una vez que tengas la porción, retira una quinta parte de la masa. Forma una bola y colócala en una charola cubierta con papel para horno.
- La masa que separaste divídela en cinco y forma las canillas o huesitos, y el cráneo, agregándoles otro poco de harina.
- Barniza la bola de masa con un poco de agua, y pega los huesitos y cráneo. Deja reposar de 25 a 30 minutos para que crezca.
- Hornea tus panes en el horno precalentado a 170°C de 25 a 30 minutos, hasta que tenga un color dorado en la superficie y el interior esté cocido.
- Saca los panes del horno y déjalos enfriar. Después disfruta con café o chocolate caliente.
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